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La hostelería de Cieza reabre este miércoles ahogada por la crisis tras cuarenta y cuatro días de cierre

Cieza.es | 24 de febrero de 2021 a las 10:58

Viven al filo de la crisis y son uno de los sectores más desprotegidos ante las restricciones sanitarias originadas por la pandemia: los hosteleros de Cieza pasan por su peor momento y esperan recuperarse con la reapertura del 75 por ciento del aforo máximo de sus terrazas. Después de 44 días de cierre, el sector quiere hacer de la reapertura que este miércoles comienza la demostración de que sus negocios son lugares seguros frente a la Covid-19. De momento, el gremio aboga por algo muy sensato: aprender de los errores.

En las inmediaciones de la Esquina del Convento, lugar donde se sitúan dos heladerías-cafeterías y un bar, se repiten las imágenes. La angustia y el malestar de todos estos días de protesta daban paso a los ojos vidriosos, en esta ocasión de alegría, y los gestos de solidaridad, a los de felicitación. Satisfacción, alivio, esperanza. Son los sentimientos que expresan los hosteleros ciezanos, como si por esta vez también se tratase de uno solo. Y es que se han sentido los grandes olvidados.

La reapertura de bares, cafeterías y restaurantes deja imágenes para tomar nota: la de clientes que llevan puesta la mascarilla mientras no consumen; la de camareros que higienizan mesas y sillas; o la de algunos propietarios de establecimientos felices al poder trabajar de nuevo. Sin embargo, la mayoría de los establecimientos contienen la respiración en espera de ver cómo reaccionarán sus clientes después del cierre. Y no es para menos, ya que muchos de ellos atraviesan una situación muy delicada.

Encontrar el placer en los pequeños detalles, como tomar un desayuno en buena compañía. Ese es el estilo de vida de los clientes que hoy se encuentran sentados en algunas de las mesas disponibles. Basta con observarlos unos minutos para detectarlo. "Son pequeños momentos que pasan desapercibidos los que nos hacen más felices", comenta una camarera mientras sirve a un cliente. Así, hablando, ambos coinciden en la necesidad de tomarse un respiro.

La clientela más sensibilizada comparte la voluntad de la hostelería de hacer las cosas bien y reducir el riesgo de contagio. Y tiene sus propias ideas de cómo hacerlo. "Para protegernos del virus, hay que evitar fumar en las terrazas y quitarse la mascarilla lo estrictamente necesario", propone un jubilado. "El riesgo no lo crea el bar, sino la conducta de la gente", advierte otra persona, que no duda en subrayar que el comportamiento social "es manifiestamente mejorable".

"Si hacemos las cosas mal, ponemos en peligro muchos puestos de trabajo", avisa durante la misma conversación. Casi en un susurro añade: "Ya no está en nuestras manos hacer nada más. Ahora son las autoridades los que se tienen que comprometer de verdad. Sólo pido más presencia policial". A ello se añade la falta de preocupación en cumplir la normativa: "Es absolutamente lamentable e indignante sobre todo porque son unos pocos quienes lo están haciendo mal".

En los actuales momentos de pandemia, uno de los sectores que más está notando esta situación y que la vive con incertidumbre es el de la restauración, sobre todo el que trata a pide calle con el ciudadano y que ha visto cómo se han desplomado sus ingresos en los últimos meses debido a la actual coyuntura. Las administraciones públicas trabajan en distintas alternativas que ayuden al colectivo y proporcionen liquidez. Una de ellas es el nuevo plan de medidas económicas del Ayuntamiento de Cieza.